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Ana Molinero, vicepresidenta de SEFAC, detalla en INFARMA en qué consiste la Red de Farmacia Centinela, una iniciativa para detectar, prevenir y notificar errores de medicación desde las farmacias comunitarias

“Por la importancia del tema a tratar, un debate como éste debería formar parte del programa de todo congreso sanitario”. De esta forma tan acertada presentó Francisca González (médico de Atención Primaria y colaboradora del Centro de Farmacovigilancia de Aragón) la mesa redonda “Seguridad del paciente: errores en la medicación y herramientas para su resolución”, celebrada en la jornada del miércoles 21 de marzo de INFARMA 2012 y en la que participó Ana Molinero, vicepresidenta de SEFAC y farmacéutica comunitaria en Fuenlabrada (Madrid).

En este debate se puso de manifiesto que los errores de medicación (y los posibles efectos adversos ligados a ellos) pueden aparecer tanto en la fase de prescripción como en la dispensación o consumo del medicamento. Sin embargo, tal como recordó otro de los intervinientes en esta mesa, Alfonso Domínguez Gil-Hurlé (jefe del servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Salamanca), “el paciente tiene en la farmacia comunitaria la última oportunidad para que se le detecte un error en su medicación”.

Asumiendo ese importante papel, la farmacia comunitaria tiene en marcha numerosas iniciativas para luchar contra este problema que surge con mayor frecuencia en pacientes ancianos polimedicados. Precisamente, Ana Molinero explicó a los asistentes en qué consiste una de estas iniciativas: la Red de Farmacias Centinela (creada en 2005 para detectar errores de medicación y en la que ella misma participa). Esta Red está formada por 80 farmacias comunitarias distribuidas geográficamente (y que se renuevan cada dos años) que tienen por objetivo detectar, prevenir y notificar problemas de seguridad relacionados con el uso de medicamentos desde estos establecimientos sanitarios.

Todas las notificaciones se realizan bajo un protocolo común de notificación (“lo que permite que todos utilicemos el mismo lenguaje”, alabó Ana Molinero) y son enviadas a una Comisión de Seguridad que se encarga de contactar con la Agencia Española del Medicamento, los laboratorios farmacéuticos y/o los profesionales sanitarios según el tipo de error o problema detectado. En opinión de la vicepresidenta de SEFAC, “la mejor forma para detectar un error de medicación desde la farmacia comunitaria es realizar al paciente todas las preguntas que se estime convenientes en el acto de la dispensación”.

La Red de Farmacias Centinela no es la única iniciativa para la detección y prevención de errores de medicación en la que actualmente participa la farmacia comunitaria. Y es que, como explicó Encarnación Cruz Martos (subdirectora general de Farmacia y Productos Sanitarios de la Comunidad de Madrid), estos establecimientos sanitarios también tienen protagonismo directo en el Programa de Atención al Paciente Polimedicado vigente en esta región desde 2005. Este proyecto está enfocado a la revisión periódica de la utilización de medicamentos –y su eficacia- en más de 25.000 pacientes mayores de 75 años. Esta labor de revisión recae sobre las farmacias madrileñas participantes en el programa y ha permitido que a un 40% de pacientes se les haya revisado su medicación.

A pesar de estos positivos resultados, Encarnación Cruz avisó que “todavía es necesaria una mayor concienciación real del paciente sobre la importancia de revisar su medicación, al igual que también existe falta de confianza por parte de los profesionales del SERMAS sobre el papel del farmacéutico comunitario en este campo”.